Los 4 retos de la inteligencia artificial para las empresas futuras
La tecnología y su impacto suelen ser motivo de charlas interesantes. Como bien decía Roy Amara: “Tendemos a sobreestimar el efecto de una tecnología en el corto plazo y subestimarlo en el largo plazo.”
En los años 50, en pleno auge de innovación tras la guerra, futuristas y escritores de ciencia ficción se tomaron el trabajo de imaginar cómo sería un hogar en el año 2000. Sus visiones eran fascinantes y, en ciertos aspectos, acertaron bastante. Recuerda esos electrodomésticos automatizados y ayudantes robóticos que solo se veían en “Los Supersónicos”. Pero, había algo que ignoraron: los roles de género seguían igual. Pensaron en nuevos dispositivos, pero no pudieron prever que la revolución tecnológica traería consigo cambios en la sociedad.
Hoy, algo similar sucede con la Inteligencia Artificial (IA). Aunque ya está aquí, no tenemos certeza sobre cómo cambiará nuestra cultura en los próximos años. Las empresas tendrán que adaptarse y algunas incluso podrían desaparecer si no logran ver hacia dónde va todo esto. Quienes deseen seguir en el juego deberán tener clara su visión del futuro, lleno de incertidumbre, para diferenciar entre lo que es solo un capricho de moda y lo que realmente son oportunidades.
Transformación del talento
Los roles tradicionales en el trabajo están cambiando. La gran mayoría de las tareas que hoy realizamos podrían ser automatizadas. Pero esto no significa solo reemplazo; también se crearán nuevos puestos. Las empresas tendrán que reestructurarse y adoptar una nueva forma de tomar decisiones, que se asemejará más a un esquema de romboide que a la antigua pirámide.
En este sentido, Recursos Humanos deberá liderar el cambio. Habrá necesidad de reconversión masiva, ajustes de personal y una nueva gestión cultural. Será un momento clave para repensar cómo organizamos el talento.
Transformación tecnológica
La IA permitirá mantener aplicaciones y hacer pequeñas mejoras de manera casi automática. Los costos para desarrollar software nuevo se reducirán, y los sistemas antiguos serán reemplazados por soluciones más flexibles y dinámicas.
Las áreas de IT se transformarán por completo, con roles y funciones que se ampliarían y redefinirían. Esto generará nuevas capacidades y convertirá a los equipos en motores de innovación. Las grandes empresas tendrán que estar a la altura de estos cambios.
Propuesta de valor y competencia
Aquí es donde las cosas se complican un poco. La personalización para cada cliente será clave en esta transformación. A medida que la escala y el capital dejen de ser disecciones en la industria, las empresas más pequeñas podrían aprovechar la flexibilidad que les permiten esta nueva era.
Podemos esperar una concentración de poder, pero también surgirán muchas pequeñas empresas que ofrezcan esa personalización que a veces las grandes industrias no pueden garantizar.
Transformación en la toma de decisiones
Con el avance de la IA en la realización de tareas, los humanos podrán enfocarse más en decisiones estratégicas. Los empleados tendrán que asumir un rol de consultores, identificando problemas y considerando opciones. La IA no será un reemplazo de los asesores externos, sino un apoyo en la mejor toma de decisiones internas.
Los líderes de las empresas deben comprender los puntos críticos que configurarán su futuro. Para ello, necesitan datos que les permitan visualizar la dirección de su negocio. La verdadera ventaja estará en interpretar correctamente la gran cantidad de datos que la IA ofrecerá.
Surge entonces una pregunta esencial: ¿cómo recolectarán los líderes de mañana los datos de sus propias operaciones? ¿Y cómo podrán interpretarlos adecuadamente? Este es un desafío cuya solución estamos apenas comenzando a explorar.